Para garantizar un buen bienestar en el transporte de caballos es fundamental una buena organización:
Planificación:
El día de cargar el caballo en el remolque es para dedicar la atención a la preparación del caballo y no a la organización, se recomienda ir con antelación para ir sacando temas en los que preocuparse.
Para preparar al caballo para el viaje hay que asegurar que se haya alimentado de forma correcta con forraje, evitar suministrar pienso justo antes de cargar para no interferir en la digestión y procurar hidratar lo máximo posible con agua antes de iniciar la ruta.
Es recomendable en todo tipo de trayectos incluir una red con forraje para no interferir en su alimentación y mantenerlo distraído.
Conocer a fondo el temperamento del caballo ayudará a prevenir posibles niveles de estrés durante el viaje pues ante el riesgo de tensión o nerviosismo se recomienda administrarle un suplemento oral tranquilizante en jeringa. Uno de los tranquilizantes más efectivos es el llamado «B-KALM», recomendamos leer detenidamente las instrucciones de uso para acertar en las cantidades según el peso del caballo. Se debe administrar aproximadamente 2 horas antes de emprender el viaje.
Con todos los puntos anteriores realizados nos centraremos en la preparación del caballo, colocando el equipamiento adecuado de protección para el caballo, a continuación hablaremos detenidamente del kit básico para la comodidad y prevención de riesgos durante el transporte de caballos.
Carga y descarga cautelosas:
Subir el caballo al remolque es una tarea que se debe de trabajar previamente, para que no sucedan malas experiencias, en el breve instante de la carga al van hay que procurar que la experiencia sea lo más tranquila y natural posible, como entrar en una cuadra.
La prevención y tratamiento de traumas relacionadas con el transporte será vital para no arriesgar la integridad física del caballo. Y por ello, la protección con el equipamiento adecuado toma protagonismo.