El esquilado del caballo es un tema importante y relevante para cualquier persona que trabaje o tenga caballos como mascotas.

Esta práctica tiene varios beneficios. Destacaremos los puntos más importantes sobre la importancia de esquilar a nuestros caballos, cuando debemos hacerlo, cuando no es aconsejable y sus beneficios (o inconvenientes) para el animal y su dueño.

El pelo largo y grueso del caballo puede acumular sudor, suciedad y bacterias, lo que puede provocar irritaciones, infecciones de piel y enfermedades en el caballo. Esto es especialmente importante tener en cuenta cuando se tiene planeado trabajar con este animal, ya que, el sudor se acumulará en el pelaje generando la proliferación de hongos o no secando bien produciendo riesgo de infecciones respiratorias. Por lo tanto, el esquilado se vuelve una práctica esencial para prevenir estos problemas y mantener la salud y el bienestar del animal.

Además, el pelo largo puede dificultar la limpieza y el cuidado adecuado del caballo.

Por otro lado, existen circunstancias en las que no se recomienda esquilar a un caballo. En climas fríos, puede dejar al caballo expuesto a las bajas temperaturas y, por lo tanto, es importante proporcionarle una manta adecuada para protegerlo del frío, si no se dispone de ella es mejor no esquilarlo. También es importante tener en cuenta la edad del caballo, los caballos jóvenes o enfermos pueden necesitar su pelo para mantener su temperatura corporal.

¿Cómo funciona el pelaje del caballo?

Para poder entender cuando es la mejor época para esquilar a un caballo debemos hablar de cómo funciona el pelaje del caballo:

Es cierto que el clima y las temperaturas puedes afectar el crecimiento y la textura del pelo del caballo.

Por ejemplo, en climas fríos, los caballos tienden a desarrollar una capa de pelo más gruesa y densa para protegerse del frío y mantener su temperatura corporal. En cambio, en climas cálidos, los caballos pueden desarrollar una capa de pelo más fina y corta para ayudar a regular su temperatura corporal y evitar el sobrecalentamiento.

Sin embargo, no es del todo cierto que si un caballo pasa frío su pelo crecerá más. El crecimiento del pelo del caballo está controlado principalmente por factores hormonales, como la luz y la temperatura, así como por la genética del caballo. Es decir, aunque la temperatura puede influir en la textura y densidad del pelo, no tiene un efecto directo sobre la velocidad de crecimiento del pelo.

En resumen, la textura y  densidad del pelo del caballo pueden verse afectadas por el clima y las temperaturas, pero no por la velocidad de crecimiento del pelo. Es importante tener en cuenta que el cuidado adecuado del pelo del caballo, como el esquilado  y el cepillado regular, es esencial para mantener su salud y bienestar, independientemente del clima o la temperatura.

¿Cómo debemos esquilar?

El momento ideal para esquilar a un caballo puede variar dependiendo de la ubicación geográfica y del clima de la región en la que se encuentre, así como de las actividades programadas para el animal.

En algunes regiones, se recomiendo hacerlo a finales de otoño antes de que el pelo grueso crezca demasiado.

Es muy importante proteger al equino inmediatamente después con una manta adecuada para evitar que pase frío. Una protección adecuada reducirá la cantidad de pelo que necesita nuestro caballo para protegerlo del clima frío del invierno, y permite que el caballo se mantenga en forma durante el invierno sin sobrecalentarse al hacer ejercicio.

Pasos para esquilar a nuestro caballo

  1. Prepara el equipo necesario:

Es importante tener todo el equipo necesario, como tijeras, una esquiladora, un peine y una manta para proteger al caballo después de terminar de esquilarlo.

  1. Prepara al caballo:

Antes de comenzar, asegúrate de que el caballo esté limpio, seco y cómodo. Si el caballo es nuevo en este proceso, asegúrate de acostumbrarlo al ruido de las tijeras o rasuradora y al contacto con el equipo.

  1. Comienza a esquilar:

Debemos comenzar a esquilar por la quijada inferior, es decir, la mandíbula inferior del caballo. El corte debe ser pausado y siempre a contrapelo. 

Seguidamente, continuamos con la zona de la crin, que debemos haber cepillado previamente. La crin la podemos cortar más o menos dejando una distancia de un centímetro hasta la raíz.

Después continuamos con el costado del caballo que, aunque parezca la parte más fácil de esquilar, no lo es. En esta zona del pelo se crean remolinos, por lo que al cortar debemos intentar hacer semicírculos para ir a contrapelo.

Al llegar a la cola del caballo haremos un triángulo trazando una línea desde el lateral de la cola hasta la columna vertebral del esquino. Este triángulo de unos 10-20 centímetros se suele dejar sin esquilar.

Por último, necesitaremos alguna mano amiga que nos ayude a finalizar el esquilado de las piernas. La parte del codillo, también llamado codo, es muy delicada por lo que alguien debe sujetar fuertemente la pata del caballo e intentar que la mantenga bien estirada o bien estirar la piel para que no haya pliegues. 

Con paciencia y cuidado ya tendremos a nuestro caballo esquilado de cuerpo entero. 

5 tips para hacer el esquilado un poco más fácil

  1. Esquilar siempre a contrapelo, es decir, en la dirección contraria del pelo.
  2. Nunca debemos ejercer fuerza sobre la esquiladora para no hacer daño al caballo. Si no desliza bien la maquina puede ser problema de las cuchillas o la grasa del pelo, por lo que un truco de profesional es duchar al caballo con jabón antes y dejar secar por completo.
  3. Debemos asegurarnos de que nuestro caballo esté bien sujeto. Sujetarle por la cabezada es la opción más segura. Un truco para que el caballo esté distraído y por lo tanto más tranquilo es darle un poco de comida. Así se mantendrá ocupado mientras le esquilamos.
  4. Cuidado con las partes sensibles como la cabeza o el vientre. Debemos aprovechar cuando la máquina esté fría para esquilar estas partes.
  5. Según vamos esquilando al caballo es conveniente ir tapándole con una manta. Si el caballo siente frío puede ponerse nervioso.

Beneficios de esquilar a nuestro caballo

  • La salud del caballo:

Es importante esquilar a los caballos para mantener su salud. El pelo largo y grueso puede acumular sudor, suciedad y bacterias, lo que se puede provocar irritaciones, infecciones de piel y enfermedades respiratorias en el caballo deportista.

  • Bienestar del caballo:

Los caballos pueden sentirse incómodos y tener dificultades para regular su temperatura corporal en climas cálidos o durante el ejercicio intenso si no se les esquila. Al esquilar a un caballo, se le permite una mayor circulación de aire en su piel, lo que lo hace sentir más fresco y cómodo.

  • Mejor rendimiento:

Los caballos esquilados tienen mayor capacidad para realizar ejercicios y trabajos, especialmente en climas cálidos. Esto se debe a que pueden enfriarse más rápido, lo que les permite trabajar durante más tiempo sin cansarse.

  • Higiene:

Es más fácil mantener un caballo limpio y bien aseado si se les ha esquilado. El pelo largo y grueso puede dificultar la limpieza y el cepillado del caballo, lo que puede aumentar el riesgo de problemas de piel y enfermedades.

  • Estética:

Esquilar a un caballo también puede mejorar su apariencia, ya que elimina el pelo largo y grueso que puede ser desordenado y poco atractivo.

El esquilado es un aspecto fundamental del cuidado de los caballos. Esta práctica no solo mejora la salud del caballo al retirar el vello muerto y así prevenir enfermedades, sino que también mejora su aspecto físico. Asimismo, una esquilada adecuada es esencial para evitar lastimar al caballo y mantener su comodidad durante el proceso.

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